En un primer món, en un món del nord on el debat educatiu es sotmet als dictats de la OCDE, parlant de competències, taxonomies, qualitat i altres qüestions molt poc rellevants, i no es parla d’una educació que contribuïsca a que les persones siguen més lliures i felices, llegir el discurs que pronuncià l’altre dia a la UNAM Marichuy, la candidata del Concejo Indígena de Gobierno a la presidència de Mèxic és molt interessant.
“Hoy más que nunca, necesitamos que la educación sea crítica, científica y acorde a la realidad de esta nación multicultural en la que las culturas originarias siempre han sido negadas. Lo anterior para que deje de ser el adiestramiento para instruir operadores del despojo, de la producción desmedida, de los justificadores del desastre social, político y ambiental a que nos ha sometido este sistema capitalista, que deje de ser la educación el semillero de la enajenación de los pueblos en nuestras comunidades y en las ciudades; o sea que deje de ser parte de los engranes que hacen funcionar al sistema capitalista.